Sydney Stratton (Alec Guinness) es un joven investigador que, tras arduos esfuerzos, consigue inventar un tejido tan revolucionario que no se puede romper ni manchar. Sin embargo, a la alegría inicial pronto le sigue la decepción, pues tanto los empresarios como los trabajadores de la industria textil llegan a un acuerdo para impedir la fabricación y difusión del nuevo tejido. La razón es obvia: los primeros temen la ruina de sus empresas y los segundos la pérdida de sus puestos de trabajo.
Roger MacDougall
Alexander Mackendrick
John Dighton
Gender
Comedy
Science fiction
Format
DVD
Color
B/N
Year
1951
Country
Reino Unido
Duration:
84
Moral Rating
Suitable for all ages
Music
Benjamin Frank
Photography
Douglas Slocombe
Awards
1951: Premios BAFTA: Nominada a mejor película y mejor film británico
1952: National Board of Review: Top Mejores películas extranjeras
1952: Nominada al Oscar: Mejor guión
https://dvdstorespain.es/en/films/123022-el-hombre-vestido-de-blanco-dvd--5050582493719.html123022El Hombre Del Traje Blanco [DVD] (1951) The Man in the White SuitSydney Stratton (Alec Guinness) es un joven investigador que, tras arduos esfuerzos, consigue inventar un tejido tan revolucionario que no se puede romper ni manchar. Sin embargo, a la alegría inicial pronto le sigue la decepción, pues tanto los empresarios como los trabajadores de la industria textil llegan a un acuerdo para impedir la fabricación y difusión del nuevo tejido. La razón es obvia: los primeros temen la ruina de sus empresas y los segundos la pérdida de sus puestos de trabajo. https://dvdstorespain.es/751075-home_default/el-hombre-vestido-de-blanco-dvd-.jpg14.5455instockUniversal14.545514.5455002025-05-23T01:30:05+0200/Start/Start/DVD/Start/Films/Start/New
Sydney Stratton (Alec Guinness) es un joven investigador que, tras arduos esfuerzos, consigue inventar un tejido tan revolucionario que no se puede romper ni manchar. Sin embargo, a la alegría inicial pronto le sigue la decepción, pues tanto los empresarios como los trabajadores de la industria textil llegan a un acuerdo para impedir la fabricación y difusión del nuevo tejido. La razón es obvia: los primeros temen la ruina de sus empresas y los segundos la pérdida de sus puestos de trabajo.