Se le dio el nombre de vampiros a los hombres muertos y enterrados que, después de muchos años, o al menos después de muchos días, regresaron en cuerpo y alma, hablaron, caminaron, infestaron pueblos, maltrataron a hombres y animales y, sobre todo, chuparon la sangre de sus vecinos, los agotaron y los mataron. No fue posible deshacerse de sus peligrosas visitas e infecciones a menos que fueran exhumados, empalados, decapitados, sus corazones arrancados o quemados. Aquellos que murieron chupando generalmente se convirtieron a su vez en vampiros. Los diarios públicos de Francia y Holanda hablaron en 1693 y 1964 de vampiros que se apreciaban en Polonia, y sobre todo en Rusia. Los vampiros aparecían después del mediodía y hasta medianoche que chupaban la sangre de hombres y animales vivos con tanta avidez que a menudo esa sangre salía de sus bocas, a través de sus narices y a través de sus oídos, y a veces, lo que es aún más difícil, sus cadáveres nadaban en la sangre en el fondo de sus ataúdes. Se decía que estos vampiros, como tenían un gran apetito continuamente, también comían la ropa que se encontraba a su alrededor. Se agrega que, dejando sus tumbas, iban por la noche a abrazar violentamente a sus familiares o amigos y que chupaban sangre apretando sus gargantas para evitar que gritaran.
https://dvdstorespain.es/es/mejores-documentales-en-blu-ray-y-dvd/15372-sobrenatural-vampiros-dvd--8431804009654.html15372Sobrenatural -Vampiros [DVD]Se ha dado el nombre de upiers oupiers, a los hombres muertos y enterrados que después de muchos años, o a menos después de muchos días, volvían en cuerpo y alma, hablaban, caminaban, infestaban las aldeas, maltrataban a hombres y a los animales, y sobre todo chupaban la sangre de sus prójimos, los agotaban y les producían la muerte. No era posible librarse de sus visitas peligrosas y de sus infecciones más que cuando se les exhumaban, se les empalaba, se les cortaba la cabeza, se les arrancaba el corazón o se les quemaban. Los que morían chupados se transofrmaban habitualmente en vampiros a su vez. Los diarios públicos de Francia y de Holanda hablaban en 1693 y 1964, de vampiros que aprecían en Polonia, y sobre todo en Rusia. Los vampiros aparecían después del mediodía y hasta la medianoche que chupaban la sangre de los hombres y de los animales vivos con tanta avidez que a menudo esa sangre les salía por la boca, por las narices, y por la orejas, y algunas veces, lo que es aún más duro, sus cadaveres nadaban en la sangre en el fondo de sus ataúdes. Se decía que estos vampiros, como tenían continuamente gran apetito, comían también la ropa que se encontraban alrededor de ellos. Se agrea que, saliendo de sus tumbas, se iban en la noche a abrazar violentamente a sus parientes o a sus amigos, y que chupaban la sangre apretándoles la garganta para impedirles que gritáran.https://dvdstorespain.es/542553-home_default/sobrenatural-vampiros-dvd-.jpg4.4628instockP.Propia4.46284.4628002015-06-01T16:11:21+0200/Inicio/Inicio/DVD/Inicio/Nuevos/Inicio/Mejores Documentales en Blu-Ray y DVD/Inicio/VELADA SP 70
Se ha dado el nombre de upiers oupiers, a los hombres muertos y enterrados que después de muchos años, o a menos después de muchos días, volvían en cuerpo y alma, hablaban, caminaban, infestaban las aldeas, maltrataban a hombres y a los animales, y sobre todo chupaban la sangre de sus prójimos, los agotaban y les producían la muerte. No era posible librarse de sus visitas peligrosas y de sus infecciones más que cuando se les exhumaban, se les empalaba, se les cortaba la cabeza, se les arrancaba el corazón o se les quemaban. Los que morían chupados se transofrmaban habitualmente en vampiros a su vez. Los diarios públicos de Francia y de Holanda hablaban en 1693 y 1964, de vampiros que aprecían en Polonia, y sobre todo en Rusia. Los vampiros aparecían después del mediodía y hasta la medianoche que chupaban la sangre de los hombres y de los animales vivos con tanta avidez que a menudo esa sangre les salía por la boca, por las narices, y por la orejas, y algunas veces, lo que es aún más duro, sus cadaveres nadaban en la sangre en el fondo de sus ataúdes. Se decía que estos vampiros, como tenían continuamente gran apetito, comían también la ropa que se encontraban alrededor de ellos. Se agrea que, saliendo de sus tumbas, se iban en la noche a abrazar violentamente a sus parientes o a sus amigos, y que chupaban la sangre apretándoles la garganta para impedirles que gritáran.