

Tras abandonar su fe en Dios el Padre Merrin se une a una excavación arqueológica británica en una remota región de Kenia donde han desenterrado una iglesia bizantina en un estado inexplicablemente perfecto, como si hubiera sido enterrada el mismo día que se terminó. Pero bajo la iglesia, algo mucho más antiguo duerme, esperando a ser despertado. La locura se apodera de los aldeanos locales y del contingente de soldados británicos enviados para vigilar la excavación. Merrin observa con impotencia las atrocidades contra un pueblo inocente, atrocidades que había rogado no volver a presenciar nunca más. La sangre de inocentes fluye copiosamente sobre la llanura del Este de África y el horror no ha hecho más que empezar. En el lugar que nació el Mal, Merrin verá finalmente su auténtico rostro.
Ficha técnica