En los primeros años cuarenta, Paca, una corista que aspira a entrar en la Compañía de Celia Gámez, regresa a Madrid tras una gira por provincias. En el tren viaja Luis, joven indocumentado a quien Paca le permite pasar la noche en la habitación de realquilados donde vive con su padre enfermo. La relación de Paca con Julio, un estraperlista sin remordimientos, le ofrece apoyo económico, pero Luis le da la ternura y el amor que no tiene con Julio. Tras el éxito de Tormento, Pedro Olea volvió a contar con Concha Velasco -a quien había sacado de fea- y le ofreció un papel hecho a su medida donde, además de fotografiarla en todo su esplendor, pudo ofrecer una de las mejores interpretaciones dramáticas de su carrera y tuvo ocasión de demostrar su talento como cantante y bailarina.