NOSTRADAMUS

Nostradamus nació el 14 de diciembre de 1503, en la ciudad de Saint-Remy, en Provenza. Es digno de mención que aprendió latín, griego e hebreo con relativa facilidad y tenía una predilección especial por las matemáticas. Más tarde, su abuelo Jean le enseñaría lo que le daría una inmortalidad pública absoluta, es decir, el estudio de las ciencias astrales, la astrología. El tiempo lo convierte en un hombre temido y odiado, como resultado de la publicación en diez volúmenes de los siglos, libros en los que cuenta los resultados de sus visiones y profecías. Pero si era odiado y temido por las clases más bajas de la sociedad, supersticiosas y la Iglesia misma, no sucede lo mismo con la Casa Real francesa y la clase aristocrática de su tiempo, que le otorga todo tipo de crédito y se maravilla ante los resultados proféticos que se desarrollan sucesivamente. Algunos decían que era el trabajo de un genio, otros que venía del diablo. Ya todos conocen los innumerables éxitos de sus cuartetos. En ellos habló de asuntos que luego se cumplieron puntualmente: la Revolución Francesa, la llegada de Napoleón al poder, la Segunda Guerra Mundial, Hitler, Mussolini, Franco, la muerte de Keneddy y un muy largo etcétera.