EL SEÑOR DE LAS BESTIAS (1982, THE BEASTMASTER)
DTOR.: DON COSCARELLI
RESEN. 118’. C. VOSE. CON AUDIOCOMENTARIOS DEL DIRECTOR Y PAUL PEPPERMAN (COGUIONISTA)
SINOPSIS: Tras su nacimiento, el nuevo hijo del rey, Dar, es secuestrado por un sacerdote de la orden de Jun y abandonado a su suerte. El recién nacido es encontrado por una familia de campesinos que lo adoptan sin saber quién es realmente. Cuando el joven Dar está cerca de llegar a su edad adulta, contempla como toda su familia es asesinada por hordas de salvajes, y descubre en ese momento que tiene la facultad de comunicarse con cualquier clase de animal. Dar iniciará, de esta forma, el camino de su venganza para con los asesinos de su familia de adopción.
COMENTARIO: Ligeramente basado en un cómic de los años setenta llamado The Beastmaster, el film homónimo representó un gran despliegue de medios de todo tipo para su traslación a la gran pantalla. Un esfuerzo que no tuvo una correspondiente recompensa inmediata, puesto que su acabado, lejos de agradar a la crítica internacional, distaba un tanto de ser el más logrado según el gran presupuesto con el que se contó. Dotado eso sí, de una excelente fotografía a cargo del británico John Alcott (responsable entre otras de Barry Lyndon y El resplandor, de Kubrick), The Beastmaster partió de una idea propia de Don Coscarelli y Paul Pepperman. Ambos se conocieron en su etapa universitaria, creando a posteriori una de las mejores películas de terror de la década precedente, los setenta, con Phantasma (1978, Phantasm).
El tesón de Coscarelli en convertir esa portada de cómic que remitía a las Sci-fi Movies de los años cincuenta hacia una película de espada y brujería con reminiscencias de los peplums que habían contribuido a su formación cinematográfica, resultó encomiable pese a los frutos dados. De esta forma, se buscaría el sosias de Steve Reeves en la figura del atlético y corpulento Marc Singer (Zar), antes de su paso por la pequeña pantalla en la mítica serie V.
El disfrute de El señor de las bestias en la gran pantalla apenas tuvo únicamente repercusión en los lugares en los que se estrenó, especialmente norteamérica, Europa y Japón. Sin embargo, la televisión por cable ayudó a recuperar ese espíritu de fantasía épica que circundaba en todo momento un film que mereció mejor suerte. En las escenas rodadas con animales auténticos (en verdad un tigre pintado de negro emulando a una pantera y un halcón peregrino adiestrado, amén de un par de graciosos lémures), la profesionalidad del equipo artístico fue considerable, tratándose mas aún de un film que intentaba recrear un espacio desértico e inhóspito (en realidad, la baja California, tras un intento infructuoso de hacerlo en Nuevo México).
El resultado final decepcionó un tanto a Don Coscarelli, auténtico inspirador y responsable del film, ya que algunas escenas tuvieron que ser alargadas con material sobrante, viéndose relegado a la supervisión una vez estuvo montado en su totalidad. Una indignación lógica puesto que Coscarelli había creído en una película que coincidió en el tiempo de producción con la no menos ambiciosa Conan el bárbaro (1982, John Milius), un icono de las Sword and Witchcarft, también extraída de un famoso cómic-book.
En términos de calidad y estética tenemos que destacar tres aspectos: el diseño de producción; la fotografía antes mencionada de Alcott (tan solo disfrutable en esta magnífica copia en Blu-Ray o en su pase cinematográfico) y el equipo artístico (y de dobles) que formaron Rip Torn (un malvado de postín), John Amos (el contrapunto ideal al protagonista Zar), Tanya Roberts (una belleza de aquellos años en su máximo esplendor, incluyendo escenas de desnudos inusuales en la época de la realización) y un sempiterno Marc Singer en el rol que lo encumbró en el séptimo arte.
En definitiva, una cinta hoy en día defendible si se mira bajo el prisma con los medios con los que se contaba hace ahora cuarenta años; además de hacerse en la máxima calidad deseable.
EXTRAS DEL BD/DVD: ¿CÓMO SE HIZO? DVD con contenidos inéditos del rodaje y la preparación del film desde su idea inicial. Imágenes caseras filmadas por un equipo externo. De gran valor histórico. 53’ 12’’. ESCENAS DEL RODAJE. Testimonio directo de l cometido de muchos trabajadores y artesanos en la confección de decorados -especialmente una gran pirámide real- y miniaturas para el film. Observaciones y apuntes del propio realizador y de su amigo y coguionuista, Paul Pepperrman. 27’ 13’’. TOMAS DESCARTADAS. Escasamente tres tomas nocturnas descartadas con Tanya Roberts compartiendo plano con Marc Singer y el tigre. De dudosa calidad, finalmente se decidió desechar. 3’ 19’’. GALERÍA DE IMÁGENES Y OCHO POSTALES EN COLOR DE LA PELÍCULA, a modo de fotocromos en pequeño formato. Ideal para coleccionistas. TRÁILER DE CINE. Tráiler americano original de su estreno en 1982. 2’ 02’’.
Àlex Aguilera